Sobre mí
Sobre mí
Conoce mi historia
Bienvenido, mi nombre es Jorge Alamán
Estoy convencido de que todos los padres compartimos un mismo deseo: que nuestros hijos tengan un buen futuro. Y cuando hablo de futuro exitoso no me refiero únicamente a logros materiales, sino a lo más importante: que sean felices. Pero surge una pregunta inevitable: ¿cómo acercarse a esa felicidad? La respuesta, aunque sencilla en apariencia, requiere compromiso: alcanzar la paz interior. Esa paz se construye sobre tres pilares fundamentales: una economía sólida, unos hábitos saludables y, sobre todo, una mentalidad fuerte, capaz de afrontar cualquier reto.
Durante años he vivido sin ser capaz de ahorrar, gastando sin sentido en cosas innecesarias, sin apenas conocimiento de lo que son los hábitos saludables y con una alimentación que dejaba mucho que desear. Cada vez que tenía un problema económico o conflictos en relaciones amorosas, de amistad o familiar, no sabía cómo procesarlo y, menos aún, como evitar caer en los mismos problemas una y otra vez.
Con el tiempo descubrí que estas tres áreas no funcionan por separado, sino que están profundamente conectadas. Son como eslabones de una cadena: si uno se rompe, los demás se debilitan. Una mala gestión del dinero puede generar estrés, y ese estrés termina afectando tu salud y tu manera de afrontar los problemas. De la misma forma, un cuerpo descuidado limita tu energía, te resta claridad y mina tu fortaleza mental. Entender esa conexión fue un antes y un después.
Me pregunté entonces por qué temas tan cruciales para la vida real no se enseñan en la escuela. Y comprendí que, aunque no podamos cambiar eso de inmediato, sí podemos responsabilizarnos de aprenderlos y enseñarlos. Decidí formarme en finanzas, salud y mentalidad, y esa decisión cambió mi vida. Al convertirme en padre, lo tuve claro: no quería que mi hijo creciera sin estas herramientas. Quiero transmitirle lo que yo mismo aprendí con esfuerzo, para que enfrente el futuro con más confianza, más seguridad y más posibilidades de ser feliz. Y fue ahí cuando pensé: ¿por qué no extender esto a más familias? ¿Por qué no crear herramientas que permitan a más jóvenes y padres acceder a este conocimiento y transformar sus vidas?
Gestionar mi economía
Fue el primer paso para recuperar el control de mi vida. Comprendí que cada decisión financiera, por pequeña que fuera, tenía un impacto en mi tranquilidad y en mi futuro. Comencé creando un plan de ahorro realista, eliminando gastos innecesarios y enfocándome en invertir en lo que realmente aportaba valor. Poco a poco, pasé de vivir con angustia a sentir seguridad y confianza en mis decisiones económicas.
Comer de manera saludable
Descubrí que la manera en que me alimento influye directamente en mi energía, mi ánimo y mi capacidad de concentrarme. Cambiar hábitos no fue fácil, pero entendí que mi cuerpo es el vehículo que me acompaña todos los días. Empecé a elegir alimentos más naturales, a hidratarme mejor y a darle a mi organismo lo que realmente necesita. La recompensa fue clara: más vitalidad, mejor salud y una mente más despejada.
Controlar mis emociones
El mayor aprendizaje llegó al darme cuenta de que no podía controlar lo que me pasaba, pero sí la manera en que reaccionaba. Aprender a gestionar mis emociones me permitió enfrentar los problemas con claridad, sin caer en patrones repetitivos. Practicar la calma, la reflexión y la resiliencia me dio herramientas para superar obstáculos sin derrumbarme. Comprendí que una mentalidad fuerte no se hereda, se entrena día a día con disciplina y consciencia.
Aprende desde el primer día con mis consejos aplicables
¿Porqué he llegado a crear GENERACIÓN ELEVADA?
No solo como un proyecto personal, sino con el propósito de crear una comunidad con los mismos principios y valores. Un lugar para compartir, inspirar y crecer juntos, aprendiendo lo que realmente importa y que nadie o al menos casi nadie, te enseña como es debido.
Fue el motor de todo. Viví momentos de desorden, frustración y falta de dirección que me hicieron comprender lo importante que es tener herramientas reales para enfrentar la vida. Esos errores me sirvieron como aprendizaje y me impulsaron a buscar un cambio profundo y consciente.
Fueron años de lectura, formación y práctica constante. No se trató de un cambio inmediato, sino de un proceso gradual en el que cada paso, cada caída y cada logro fueron moldeando una nueva versión de mí mismo. Aprendí que el crecimiento requiere paciencia, disciplina y constancia.
Pronto me di cuenta de algo sorprendente: lo esencial para vivir con plenitud no se enseña en la escuela. Nadie nos habla de finanzas personales, hábitos de salud ni gestión emocional. Esa carencia genera frustraciones innecesarias, bloqueos y un estancamiento que podría evitarse con educación práctica desde temprana edad.
Mi mayor motivación hoy es acompañar a los jóvenes que se sienten perdidos. Muchos no encuentran guía ni referencias claras para tomar decisiones importantes en su vida. Quiero ofrecerles herramientas, conocimientos y motivación para que caminen con seguridad, construyan su propio futuro y logren una vida más plena y feliz.
Libros didácticos de ayuda para jóvenes
Enfocados a ampliar tu conciencia, fomentar el crecimiento interior y acompañarte en el camino hacia una vida más plena y auténtica.